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Zona Colonial – Santo Domingo

El Santo Domingo Colonial es uno de los atractivos para los visitantes de la ciudad. Los viajeros encuentran el Distrito Colonial (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) un gran lugar para explorar.

Ocupa 11 calles empedradas en la orilla oeste del Ozama, un río de aguas profundas que desemboca en el Caribe.

Como podría esperarse, los muros de la mayor parte de las construcciones se erigieron en el siglo XVI aunque muchas de las fachadas han sido modificadas y en algunos casos se han añadidos pisos y tejados.

El extremo oeste de la calle Arzobispo Portes es especialmente atractivo, una avenida frondosa y tranquila con casas coloniales, iglesias de piedra y parques agradables.

Por toda la zona hay que mantener los ojos bien abiertos para no perder detalle de ningún rincón: las callejuelas peatonales o los hombres jugando al domino en una mesa plegable de aluminio en plena calle. Estas escenas, igual que los lugares y edificios históricos, convierten la Zona Colonial en un lugar único.

Durante los últimos años la zona ha sido objeto de una importante restauración: se han recuperado numerosos edificios a los que se ha devuelto su aspecto original y otros se han adaptado para acoger centros culturales, hoteles, restaurantes o tiendas.

Para aquellos que quieran disfrutarla y aprovecharla al máximo, la zona colonial puede llevar unos días para visitarla. Hay muchos edificios, muchas casonas, patios y museos, cada uno de los cuales guarda importantes historias e innumerables leyendas, rumores y tradiciones populares que se han ido tejiendo todo el tiempo.

Nunca debemos olvidar que, mientras caminábamos por sus calles, en este núcleo comenzaron a aparecer las primeras ciudades construidas por los conquistadores españoles en el Nuevo Mundo.

Tener suficiente documentación a la mano hace que sea fácil recorrer la ciudad colonial para poder entender por qué se levantó cada uno de estos enormes edificios, es fácil recrear la atmósfera del pequeño palacio de justicia y la pequeña ciudad que habitó hace siglos en él. .

Museos de la zona Colonial

Museo de las Casas Reales 

El interesante Museo de las Casas Reales (tel. 809-682-4202; Las Damas; adultos/estudiantes 1/0,15 US$; horario 9:00-17:00, lunes cerrado), cerca de la plaza España, cuenta con una nutrida historia y una gran calidad en sus exposiciones.

Fue construido en el siglo XVI en estilo renacentista y durante mucho tiempo fue cede de la autoridad española en toda la región caribeña, ya que albergaba, entre otros, la oficina del gobernador y la poderosa audiencia Real.

Se exponen objetos de época colonial como muchos tesoros recuperados de los galeones españoles hundidos en aguas cercanas. Excelentes mapas de los viajes de exploradores y conquistadores europeos cubren las paredes del museo.

Cada sala se ha restaurado según su estilo original y entre las piezas exhibidas hay desde objetos tainos hasta decenas de botellas de vino de cristal soplado y muebles de época.

También se puede ver una impresionante colección de armas antigua adquiridas por el dictador Trujillo a un general mexicano (paradójicamente en un acto por la paz mundial en 1955), así como sables de samuráis, armaduras medievales, ballestas con incrustaciones de marfil e incluso una pistola- espada.

Diseñado en estilo gótico-mudéjar de transición, el MUSEO ALCÁZAR DE COLÓN (tel. 809-682-4750; plaza España; entrada 2 US$; horario 9:00-17:00 martes-sábado, 9:00-16:00 los domingos) fue usado como residencia del hijo de Colón, Diego, y su esposa, doña María de Toledo, a principios del siglo XVI.

Cuando la pareja regreso a España en 1523, cedió el bonito edificio a unos parientes que lo ocuparon los cien años siguientes. Posteriormente dejaron que se deteriorara y luego se usó como cárcel y almacén, antes de que acabara abandonado.

En 1775, la estructura original no era más que un armazón destrozado que se utilizaba como basurero extraoficial de la ciudad. Menos de un siglo después, solo quedaban en pie dos muros de los ángulos rectos.

El magnífico edificio que hoy se observa es el resultado de tres restauraciones, en 1957, 1971 y 1992. En su reconstrucción y decoración se puso especial cuidado en mantener la autenticidad histórica.

Alberga muchos enseres domésticos que supuestamente pertenecieron a la familia de Colón. El edificio (si no los objetos de su interior) ya vale por si solo la visita.

Museo del Ámbar

El Museo Mundo del Ámbar ( tel. 809-682-3309; www.amberworldmuseum.com; Arzobispo Meriño 452-2; entrada 2 US$; horario 9:00-18:00 lunes a sábado, 9:00-13:00 domingos)tiene una impresionante colección de muestras de Ámbar procedentes de todo el mundo.

Se explica la historia de esta resina fósil, su origen prehistórico, el uso a lo largo de la década, los procesos de extracción y su valor actual en el mundo de la ciencia y las artes. La colección abarca bellas joyas y varias muestras que contienen todo tipo de insectos.

La tienda del museo vende joyas fabricadas con ámbar, larimar y otras piedras más comunes. Aunque no es tan extraordinario como su competidor, en el Museo de Ámbar (tel.809-221-1333; El conde 107, parque colon; entrada gratuita, horario: 9:00- 18:00 lunes a viernes ,9:00-16:00 sábados) se exhiben varias muestras de alta calidad y una excelente exposición de larimar, un mineral azul que solo se encuentra en la Republica Dominicana.

Un sitio mejor para emprender todo lo relativo a este mineral es el Larimar Museum (tel. 809-689-6605; www.larimarmuseum.com ;Isabel la Católica 54-2; entrada gratuita; horario 8:30-18:00 lunes a sábados), que puede equiparse con el museo mundo del ámbar en términos de rigurosidad y calidad. Hay una joyería en el primer piso.

Museo de la Familia Dominicana 

En la casa de Tostado, una construcción del siglo XVI totalmente restaurada que perteneció al escritor Francisco Tostado, está el Museo de la Familia Dominicana (tel. 809-689-5000; Padre Billini esq. Arzobispo Meriño, entrada 1,50 US$; horario: 9:00-16:00, cerrado los domingos).

Es una joya arquitectónica con una ventana gótica geminada a la vida dominicana del siglo XIX con una exposición de mobiliario bien restaurado y enseres domésticos de la época. Si se solicita, se puede subir por la escalera de caracol de caoba hasta la azotea para ver la Zona Colonial desde lo alto.

Galería de arte Quinta Dominica

En la galería de arte Quinta Dominica (Padre Billini esq. 19 de marzo; entrada gratuita, horario 9:00-18:00 lunes a sábados y 9:00-14:00 domingos) ubicada en una casa colonial restaurada, se organizan constantemente exposiciones de arte colonial. El patio trasero sombreado, con mesas y sillas, es un fantástico lugar para relajarse. Se puede entrar con comida y bebidas.

Iglesias de la Zona Colonial

Catedral Primada de América

Diego Colón, hijo del gran explorador coloco la primera piedra de la Catedral Primada de América (parque Colón; entrada gratuita; horario 9:00-16:00) en 1514, pero la construcción no empezó hasta la llegada del nuevo obispo, Alejandro Geraldini, en 1521.

Desde entonces hasta 1540, numerosos arquitectos trabajaron en la iglesia y en los edificios anexos; por esta razón, la bóveda es gótica los arcos románticos y la decoración barroca. La falta de fondos impidió acabar la construcción y el campanario, que sin duda habría ofrecido unas vistas excelentes de la ciudad, nunca se erigió. 

Aunque a los dominicanos les gusta decir que su catedral fue la primera del hemisferio oeste, de hecho, entre 1524 y 1532 se construyó una en ciudad en ciudad de México; se mantuvo en pie cuatro décadas hasta que la derribaron en 1573 y la sustituyeron por la imponente Catedral Metropolitana.

Podría decirse con toda seguridad que la catedral de Santo Domingo es la que lleva más tiempo oficiando servicios, aunque su actual interior dista mucho del que presentaba originalmente y ello se debe a Drake y a su tripulación de piratas, que usaron la basílica como cuartel general durante el ataque a la ciudad en 1586. Entonces, robaron todos los objetos de valor y destrozaron cuanto pudieron antes de partir.

Uno de los elementos más impresionantes es el maravilloso techo abovedado y las 14 capillas interiores. Al lado de cada una hay letreros que explican su rica historia. Está terminantemente prohibido entrar en pantalón corto y camiseta de tirantes.

Convento de la Orden de los Predicadores

El convento de la Orden de los Predicadores (av. Duarte esq. Padre Billini; entrada gratuita; horario: variable), fue construido en 1510 por Carlos V y es el primero de la orden de los dominicos en américa.

Allí redacto gran parte de sus escritos Fray Bartolomé de las Casas, el famoso cronista que describió las atrocidades de los españoles contra los indígenas.

No hay que perderse la bóveda de la capilla, extraordinaria por la rueda zodiacal de piedra con tallas mitológicas y astrológicas. En las paredes hay varios cuadros de personajes religiosos, como el papa san Pio V.

Capilla Nuestra Señora de los Remedios

La capilla Nuestra Señora de los Remedios (Las Damas esq. Las Mercedes; entrada gratuita; horario variable), de estilo gótico, fue erigida en el siglo XVI por el regidor Francisco Dávila y estaba previsto que fuera una capilla privada y un panteón familiar.

Por lo visto, los primeros habitantes de la ciudad escuchaban misa aquí, bajo el techo de bóveda de cañón. Fue restaurada en 1844.

Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes

La iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes (Las Mercedes esq. José Reyes; entrada gratuita; horario: variable), construida en la primera mitad del siglo XVI, fue saqueada por Drake y sus secuaces y reconstruida numerosas veces tras los terremotos y huracanes.

Destaca por su pulpito, que descansa sobre un soporte con forma de demoniaca serpiente. El intrincado retablo barroco esta tallado en madera roble tropical.

Del grupo de edificios dedicados a la Virgen María, solo el claustro anexo a la iglesia conserva su aspecto original.

Iglesia de Santa Clara

Hogar del primer convento de monjas del Nuevo Mundo, la iglesia de Santa Clara (Padre Billini esq. Isabel la Católica; entrada gratuita, horario solo las mañanas) se construyó en 1552.

Años después de haber sido saqueada por Drake y sus hombres, fue reconstruida con fondos de la corona española. Esta iglesia sencilla y discreta tiene un portal de marcado estilo renacentista con un gablete que contiene un busto de santa clara.

Iglesia de Santa Bárbara

La barroca iglesia de Santa Bárbara (Gabino Puello esq. Isabel la Católica; entrada gratuita, horario variable) se erigió en 1574 para honrar a la santa patrona de la artillería.

Sin embargo, tras el saqueo de Drake, se construyó y se añadieron tres arcos, dos son ciegos y uno enmarca una puerta extremadamente robusta. Los añadidos resultaron muy útiles para proteger el edificio tanto de piratas como de huracanes. 

Iglesia de la Regina Angelorum

Hacia finales del siglo XVI se construyó la iglesia de la Regina Angelorum (padre Biilini esq. José Reyes; entrada gratuita horario variable), gracias a una mujer que dono toda su fortuna para la construcción de este monumento destinado a las hermanas dominicas del convento.

Además de su imponente fachada, la iglesia es famosa por el altar barroco del siglo XVIII, coronado por el escudo de armas del rey.

Iglesia de San Lázaro 

La iglesia de San Lázaro (Santome esq. Juan Isidro Pérez; entrada gratuita, horario variable), finalizada en 1650 pero modificada varias veces desde entonces, se construyó al lado de un hospital en que se trataban enfermedades infecciosas. S

e erigió para infundir esperanza a los pacientes, algo que sin duda alguna escaseaba entre los enfermos de tuberculosis, lepra y otras enfermedades de la época colonial.

Iglesia de Nuestra Señora del Carme

Desde 1596 la iglesia de Nuestra Señora del Carmen (Sánchez esq. Arzobispo Nouel; entrada gratuita horario variable) ha funcionado como hospital, cárcel y balneario, pero hoy es famosa por la estatua de Jesús tallada en caoba, venerada cada miércoles santo de pascua.

La pequeña iglesia, originalmente de piedra, fue incendiada por Drake en 1586 y se construyó con ladrillos. En la época colonial, se representaban comedias en la diminuta plaza.

Iglesia de San Miguel

En 1724, España ordeno que la iglesia de San Miguel (José Reyes esq. Juan Isidro Pérez; entrada gratuita, horario variable) se convirtiera en un hospital para esclavos, aunque el decreto nunca se cumplió.

Cabe destacar la atractiva yuxtaposición de la entrada rectangular de piedra con la estructura curvada del exterior. 

Capilla de la Tercera Orden Dominica

La capilla de la Tercera Orden Dominica (av. Duarte esq. Padre Billini) se construyó en 1729 y es la única estructura colonial de la ciudad que se ha conservado intacta hasta hoy.

Actualmente es la oficina del arzobispo de Santo Domingo. No está abierta al público, pero vale la pena contemplar su elegante fachada barroca. 

Lugares Históricos de la Zona Colonial

Al ser la primera ciudad colonial del Nuevo Mundo, la Zona Colonial alardea de precursora al contar entre sus monumentos históricos con la primera iglesia, la primera calle pavimentada y el primer hospital.

Parque de Colón

Al lado de la Catedral Primada de América se halla el histórico parque Colón (El Conde esq. Isabel la Católica), con varios árboles de sombra y una gran estatua del almirante Cristóbal Colón.

Es el lugar de encuentro de lugareños y durante el día está repleto de turistas, ciudadanos, vendedores ambulantes, guías turísticos, taxistas, chicos limpiabotas y policía turística.

Restaurante el Conde

El restaurante el conde, situado en la esquina de la calle el conde con arzobispo merino, tiene un salón interior y terraza exterior y es el enclave más frecuentado para ver pasear a la gente en la zona colonial.

Plaza España

Delante del alcázar de Colón esta la Plaza España, reconstruida muchas veces, la última a principios de los años noventa con motivo del 500 aniversario del descubrimiento de américa.

Es un área grande y abierta que se presta a paseos durante las cálidas tardes. Por el lado noreste discurre la calle la atarazana, flanqueada por numerosos restaurantes y bares ubicados en edificios que se usaron como almacenes entre los siglos XVI y XVII.

A veces se cierra al tráfico y por las tardes es ocupada por una sucesión de mesas que colocan los bares y restaurantes. Es una zona popular para tomar una copa al atardecer y disfrutar de las vistas del alcázar y del horizonte desde un lado de la plaza.

Fortaleza Ozama

La Fortaleza Ozama (las damas; entrada 1 US$; horario 9:00-18:30 lunes a sábados, 9:00-16:00 domingos) es la construcción militar colonial más antigua del nuevo mundo.

Fray Nicolás de Ovando eligió el lugar del fuerte en la confluencia del rio Ozama con el mar caribe. Su construcción empezó en 1502 bajo la dirección del maestro de obras Gómez García Varela, y los trabajos se desarrollaron en varias fases durante los dos siglos siguientes.

Durante el curso de su historia, la fortificación ha enarbolado las banderas de España, Inglaterra, Francia, Haití, Dinamarca, gran Colombia, EE. UU y la Republica Dominicana. Funciono como guarnición militar y como cárcel hasta la década de 1970, cuando fue abierto al publico

En cuanto se entra, se ve el edificio más antiguo del recinto la impresionante torre del Homenaje. Sus murallas de 2 m de grosor contienen decenas de troneras de los artilleros y el mirador de la azotea ofrece una vista panorámica espectacular de la ciudad. 

A la derecha se alza el sólido y ciego polvorín, añadido a mediados de 1700; sobre la puerta está la estatua de Santa Bárbara, santa patrona de la artillería. 

Paralelas al muro del rio hay dos hileras de cañones; la primera data de 1570 y la segunda de mediados de 1600. Ambas constituían la primera línea de defensa del puerto de la ciudad.

Las dependencias, hoy casi construidas por completo, se edificaron a finales del siglo XVIII a lo largo del muro que daba a la ciudad. En la explanada hay una estatua de bronce de Gonzalo Fernández de Oviedo, quizás el cronista militar más famoso del Nuevo Mundo.

Cerca de la puerta el viajero encontrara a varios guías, cuyo conocimiento sobre el fuerte suelen ser amplísimos. Pese a que una visita guiada de 20 minutos ronda los 3,50 US$ por persona, conviene pactar la tarifa antes de contratar sus servicios para evitar sorpresas.

Panteón Nacional

El Panteon Nacional (Las Damas; entrada gratuita; horario 9:00-17:00, lunes cerrado), construido originalmente como iglesia jesuita en 1747, también fue un almacén de tabaco y un teatro antes de que el dictador Trujillo restaurara el edificio en 1958 para su uso actual.

Hoy es el lugar donde se homenajea a muchas de las personas más ilustres del país, cuyos nombres aparecen grabados tras los dos muros de mármol. Todo el edificio incluida la fachada neoclásica, está construido con grandes bloques de piedra caliza.

Como corresponde a un lugar así, siempre hay un soldado armado apostado en la entrada con un potente ventilador para los días de mucho calor. No se recomienda entrar en pantalón corto y camiseta de tirantes.

Entre las Damas e Isabel la Católica se halla la Plaza de María de Toledo, que debe su nombre a la mujer de Diego Colón; destacan los dos arcos que antaño formaron parte de la residencia de los jesuitas en el siglo XVII.

Los contrafuertes sobre los que descansa el Panteón Nacional son los originales, pertenecientes a la iglesia jesuita de 1747, y probablemente a ellos se deba que el edificio haya sobrevivido a tantos terremotos y huracanes desde entonces. 

Desde el fuerte, discurre en dirección norte y sur la calle Las Damas, la primera adoquinada de América. Data de 1502 y recibió su nombre por la mujer de Diego Colón y sus amigas de la nobleza, que solían pasear por ahí cada tarde, si el tiempo lo permitía. 

En frente al museo de las casas reales está el reloj de sol, contruido por el gobernador Francisco Rubio y Peñaranda en 1753 y colocado de modo que los funcionarios de las casas reales pudieran saber la hora con solo un vistazo desde las ventanas orientales.

Monasterio de San Francisco

El Monasterio de San Francisco, fue el primero del Nuevo Mundo y perteneció a la primera orden de frailes franciscanos que llego a la isla para evangelizarla.

Data de 1508 y originalmente tenía tres capillas comunicadas. Se ha reconstruido tres veces: tras el incendio provocado por Drake en 1586 y después de los terremotos de 1673 y 1751.

De 1881 a la década de 1930 se usó como sanatorio hasta que un fortísimo huracán lo derribo; aún se observan trozos de las cadenas con que ataban a los internados.

Las dependencias jamás se reconstruyeron. Hoy el monasterio es un escenario espectacular de ruinas que de vez en cuando se usa para albergar conciertos y representaciones artísticas.

Hospital San Nicolás de Bari

Cerca de la blanca y reluciente iglesia de la Altagracia se hallan las ruinas del hospital San Nicolás de Bari el primero de América.

Se observa como monumento al gobernador Nicolás de Ovando, que ordeno su construcción en 1503. El edificio era tan sólido que sobrevivió a la invasión de Drake y a siglos de terremotos y huracanes.

Se conservó prácticamente intacto hasta el 1911, cuando fue destruido por un huracán, y los funcionarios de obras públicas decretaron su demolición para que los peatones no corrieran peligro.

Todavía hoy los visitantes pueden ver varios de sus altos muros y arcos moriscos. El hospital tiene planta de cruz latina. 

Puerta del Conde

La Puerta del Conde debe su nombre al conde de Peñalba, Bernardo de Meneses y Bracamontes, que dirigió la triunfante defensa de la ciudad contra una tropa invasora de 13000 soldados británicos en 1655.

La puerta es el emblema máximo del patriotismo dominicano porque allí, en febrero de 1844, un grupo de valientes dominicanos protagonizo un sangriento golpe de estado contra las fuerzas haitianas ocupantes; su rebelión condujo a la independencia de la República Dominicana.

En lo alto de dicha puerta también se alzó la primera bandera dominicana. Al oeste, y dentro del parque independencia se encuentra el altar de la patria, un mausoleo con los restos de tres héroes nacionales: Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella. El parque tiene varios bancos, pero pocas zonas con sombra.

Puerta de San Diego

Bajando desde el alcázar de Colón se halla la imponente Puerta de San Diego, de 1571. Durante un tiempo fue la entrada principal de la ciudad. A su lado aún se aprecia parte de los muros originales, erigidos para proteger santo domingo de los ataques procedentes de las orillas del rio.

Puerta de la Misericordia 

La Puerta de la Misericordia se construyó en el siglo XVI y durante muchas décadas se usó como la principal entrada occidental a la ciudad. Recibió este nombre porque allí se montó una gigantesca tienda para dar cobijo temporal a quienes se quedaron sin hogar tras un fuerte terremoto ocurrido en 1842.

Casa de Cordón

Se dice que la Casa de Cordón (Isabel la Católica esq. Emiliano Tejera; horario 8:15-16:00) no solo fue la primera residencia europea de américa, sino que también la primera de dos plantas. Diego Colón y su mujer la ocuparon brevemente antes de trasladarse a su casa solariega calle abajo.

Debe su nombre a la impresionante fachada de piedra, adornada con el símbolo franciscano del cordón anudado cincelado, y se cree que es allí donde las dominicanas se pusieron en fila para entregar sus joyas a Drake durante el sitio de la ciudad.

Hoy la estructura alberga el banco Popular y aunque se puede entrar para cambiar divisas, no se permite visitar la casa más allá del vestíbulo.

Casa de Francia

La Casa de Francia (Las Damas 42) fue en un principio la residencia de Hernán Cortes, conquistador de los aztecas en lo que hoy es México central. Se cree que cortes organizo aquí su triunfante (y bárbara) expedición.

Fue construida a principios del siglo XVI y como comparte muchos rasgos con el Museo de la Casas Reales, los expertos opinan que tal vez fueran diseñados por el mismo maestro; ambos presentan una fachada lisa y una doble ventana salediza en las plantas inferior y superior, se repite el diseño en puertas y ventanas de ambas plantas, tienen mampostería de piedra de primera calidad alrededor de las ventanas y puertas y apuntamientos de las esquinas. 

Aunque se usó como residencia durante casi tres siglos, muchas dependencias se han instalado allí desde principio del siglo XIX: ha sido un conjunto de oficinas gubernamentales, el Banco Nacional de Santo Domingo, un palacio de justicia civil y las oficinas del SII (Servicio de Impuestos Internos) dominicano.

Hoy alberga la embajada francesa. A pesar de que los visitantes no pueden pasar del vestíbulo, esta joya de la arquitectura colonial merece una visita, aunque solo sea por ver la fachada. 

Hostal Nicolás de Ovandoes

Originalmente residencia del gobernador Nicolás de Ovando, el Hostal Nicolás de Ovandoes un bonito edificio de fachada gótica construido en 1509.

Ovando fue famoso por ordenar la reconstrucción de la ciudad en el margen oeste del rio Ozama después de que un huracán arrasara casi toda la zona colonial. Hoy alberga el elegante hotel Sofitel.

Fuerte de Santa Bárbara 

El Fuerte de Santa Bárbara (Juan Parra esq. Mella), construido durante la década de 1570, fue uno de los principales enclaves de defensa de la ciudad. Sim embargo no fue obstáculo para Drake cuando lo invadió en 1586 con su flota de 23 naves abarrotadas de piratas. Hoy está en ruinas al final de una calle solitaria. Hay poco que ver, básicamente azoteas y, de vez en cuando, algún crucero a lo lejos.

Plaza de la Cultura 

Cerca del centro de la ciudad se encuentra la Plaza de la Cultura (av. Máximo Gómez), una gran zona ajardinada con tres museos, el teatro nacional y la Biblioteca Nacional.

El espacio perteneció al dictador Trujillo, pero paso a ser propiedad pública tras su asesinato en 1961. Vale la pena visitar al menos dos museos, aunque la plaza en si es un área descuidada sin apenas zonas con sombra. El teatro y la biblioteca atraerán a viajeros con intereses más concretos.

Museo de Arte Moderno

La colección permanente del Museo de Arte Moderno (entrada 3 US$; horario 10:00-18:00 martes a domingos) incluye cuadros y algunas esculturas de los artistas nacionales más famosos, como Luis Desangles, Adriana Billini, Celeste Woss y Gil, Jose Vela Zanetti, Darío Suro y Martin Santos.

Las exposiciones temporales suelen aportar aires más frescos y originales, con más instalaciones y obras multimedia. Como se entra por el segundo piso, conviene no perderse las obras gráficas de la planta inferior, a la que se accede por una escalera al costado de la taquilla.

Museo del Hombre Dominicano 

El más extenso es el Museo del Hombre Dominicano (tel. 809-689-4672; entrada 0,75 US$; horario 10:00-17:00 martes a domingos.

Destacan la pequeña pero interesante sección sobre el carnaval, con máscaras y disfraces que se visten en diversas ciudades del país y la impresionante colección de piezas tainas, como hachas de piedras y fascinantes urnas y tallas.

Otras salas se centran en la esclavitud y el periodo colonial, las influencias africanas en la Republica Dominicana (incluida una pequeña sección sobre el vudú) y la vida dominicana rural actual. La desventaja es que las exposiciones son muy antiguas.

Museo Nacional de Historia y Geografía 

El Museo Nacional de Historia y Geografía (tel. 809-686-6668; entrada 0,20 US$; horario 10:00-17:00 martes a domingo) se centra en las batallas entre haitianos y dominicanos y está dedicado a los dos dictadores más destacados de los siglos XIX y XX, el general Ulises Heureaux y Rafael Trujillo respectivamente.

La exposición dedicada a Trujillo incluye muchos de sus objetos personales (peines, cuchillas de afeitar, cartera, etc.)

Palacio Nacional

La sede dominicana del gobierno es el Palacio Nacional (tel. 809-687-3191; av. México esq. Av. 30 de marzo), diseñado por el arquitecto italiano Guido D’ Alessandro e inaugurado en 1947.

Está construido con mármol rosado de Samaná y es de estilo neoclásico. Se ha decorado lujosamente con mobiliario de caoba, cuadros de destacados artistas dominicanos, magníficos espejos con taraceas de oro y una cantidad considerable de cristal importado.

De especial mención es el salón de las cariátides, con 44 esculturas de mujeres vestidas que se elevan como columnas en un vestíbulo flanqueado por espejos franceses y arañas de baccarat. 

Ocupa casi una manzana de la ciudad y se usa principalmente como edificio de oficinas administrativas y sede del poder ejecutivo. Nunca ha sido la residencia de un presidente del país, pues se espera que estos vivan en casas particulares.

El palacio no suele estar abierto al público, aunque el viajero quizás se las ingenie para apuntarse a una de las escasas y selectas visitas; son gratuitas y se deben concertar previamente, solo los lunes, miércoles y viernes. Si lo consigue, debe ir vestido con decoro (no se admiten chancletas, pantalón corto ni camisetas).

Palacio de Bellas Artes

El Palacio de Bellas Artes (tel. 809-687-9131; av. Máximo Gómez) el enorme edificio neoclásico se usaba ocasionalmente para exposiciones y actuaciones. Las ediciones del fin de semana de los periódicos locales anuncian los actos programados.